—¿Me quieres? —le preguntó ella aquella mañana de abril en la que por fin se armó del valor necesario para hacerlo.
—Más que al sol —respondió él mientras bajaba las cortinas para que éste no le molestara.
—¿De verdad me amas? —volvió a preguntar dubitativa y con voz temblorosa quizás porque ya conocía la respuesta.
—Más que a mi vida —contestó. Y se pegó un tiro en la sien.
Noviembre 2016