Suena otra canción de amor, pero ya no duele porque aprendí precisamente a fuerza de canciones a no aceptar su tentadora invitación a soñar despierta; supongo que me acostumbre a cantarte a sotto voce.
Me dejaste una canción de (des)amor escrita en una desgastada partitura y un corazón partido por la mitad latiendo pianississimo que remendé con otras melodías. Sabes que siempre nos faltó una línea del pentagrama en clave de sol, que siempre tarareé por un si bemol pero tú solo entonabas un do sostenido a medio tempo.
Pero la música ya se acaba y voy a dejarme de canciones…
Diciembre 2016