Sabes que no son solo palabras ¿verdad? Imagino que lo sabes, que te has dado cuenta de que navegas textual en un barquito hecho con mis te quiero de papel entre los ríos de tinta que salpican las páginas de este sufrido diario, como un complejo anagrama de letras desordenadas.
Entre líneas me resulta muy sencillo conjugarte como forma del verbo amar, porque escribirte es mi forma de amarte; es como hacerte el amor con palabras. Mis manos son la pluma que te desnuda el alma en cada verso, que acaricia y eriza tu piel de papel con la retórica adecuada y te besa mientras te hace poema.
Pero volviendo las páginas hacia atrás entiendo que no fuiste más que un lapsus ortográfico que no tuve el valor de corregir a tiempo. Un error gramatical, un predicado sin acción en una oración pasiva donde me tocó el papel de sujeto paciente.
Diciembre 2016