Namasté by mabm


4

¿Cómo era aquello que siempre me decías cuando me veías aparecer por la puerta de la habitación con los ojos aún dormidos y tu camisa puesta? Namasté, lo recuerdo perfectamente cada vez que huelo a café recién hecho por las mañanas y a té. Porque como Proust con su magdalena ese aroma me trae de vuelta a la memoria tu imagen sentado en aquella mesita redonda de madera desgastada sirviéndote ese humeante brebaje que yo no soportaba con tu tetera tallada preferida que trajiste de no sé dónde.

Pero cuando el sabor a sal escapa de mis pupilas y empapa mis labios me acuerdo también que usabas la misma palabra para decir adiós cuando te marchabas.

Y ahora que han pasado los años no paro de darle vueltas a tan extraña y extrema palabreja de dos significados tan radicalmente opuestos: hola y adiós.

Enero 2017

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s