Imperativo ©by mabm

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Verbalízame… Pronuncia mi nombre en voz alta. No quiero ser la última palabra, esa que nunca dijiste y que permanece como una espina clavada. No quiero quedarme enquistada dentro de ti como quedan las cosas que duelen; no quiero hacerte daño.

Vocalízame… Despacio… Fonema a fonema, como si lo escupieras al viento. Sin prisa. Detente. Toma aire. Suéltalo. Entrégaselo para que se lo lleve lejos. Pero ten cuidado que no sople en contra y te lo traiga de vuelta.

Deletréame… Ves exhalando una a una cada letra que lo compone. Tómate tu tiempo entre cada una de ellas, pero que la pausa no sea muy larga, no vaya a ser que me olvides; hazlo como si estuvieran separadas por un punto y coma una coma. No pongas ningún punto entre ellas.

Léeme… como tantas veces hacías a oscuras, en braille. Recorre con tus dedos mi espalda y ves uniendo con los dedos cada lunar sobre mi piel, hasta desvelar el verbo que esconde, como hacíamos de niños con los números sobre el papel para descubrir el dibujo que ocultaba.

Recítame… con la musicalidad de un beso expirando de tus labios. Rímame… con la soltura de un Romeo enamorado bajo la luz de la luna…

Di mi nombre en voz alta…

Enero 2019