79 respuestas a “Microcuento #167 ©by mabm”

  3. Mi madre se estaba muriendo delante de mí, ciega, paralítica, y aún me tocaba el pelo para ver si iba peinado de forma elegante «como iba siempre tu padre». Nunca la olvidaré. Un abrazo muy grande.

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  21. Precioso. Los padres son difícil de olvidar cuando faltan. Mi padre murió joven y aunque me acuerdo, su recuerdo no es igual que el que tengo de mi madre. Ella murió con 82 y aunque ha pasado el tiempo no hay un sólo día que no la eche de menos, que no le hable. Ya tienes un ángel en el cielo que siempre estará a tu lado, que te abrazará en los momentos difíciles y que te hará llegar su cariño. Siento el dolor que estás pasando. Un beso y un afectuoso abrazo

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  31. …»La noche ahonda su ondulación serena
    como la mano que en el agua va la esperanza a colocar.
    Hermosa noche. Hermosa noche
    en que dichosamente he olvidado callar.
    Sobre la superficie de la noche
    rayé con el diamante de mi voz inicial.
    Mi voz se queda sola entre la noche
    ahora que mi madre ha apagado su alcoba.
    Yo vigilo su sueño y acomodo sus nubes
    y escondo entre mi angustia lo que en mi pecho llora..» Carlos Pellicer «nocturno a mi madre».
    Abrazo de luz, y siempre memoria y amor a nuestros padres.

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  32. Por mi parca experiencia, y debido a cierto tipo de madres, algunas crean con sus hijas unas relaciones no sé si decir pseudopatológicas. Yo estoy muy enmadrado, adoro a mamá, no he roto aún el cordón umbilical pese a mis casi cincuenta años, y al darle un beso hago mohines con la voz y le digo dulcemente «mamá, te querré siempre, y todavía después». Le recomiendo el último libro de Luis Antonio de Villena, precisamente titulado Mamá, una rareza -por el tema- en la historia de nuestra literatura. El libro es una dura elegía y una hermosa oda. !Vivan las mamás!

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