Indivisible ©by mabm


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Dicen que en una historia de amor una de las partes ama más que la otra. Pero… era tan grande el amor que se profesaban que resultaba imposible discernir quién de los dos amaba más.

Se conocían desde niños y en un recreo él le regaló la mitad de un corazón que ella lucía desde entonces en su cuello; la otra mitad pendía del suyo. Cuando se hicieron mayores se enamoraron y ya no se separaron; envejecieron uno junto al otro y jamás se quitaron aquel amuleto.

Dicen que los encontraron durmiendo abrazados y que nunca despertaron, que estaban tan, tan, tan juntitos que sus dos medios corazones se soldaron de tan manera que nadie pudo separarlos.

Dicen también que el abalorio indivisible quedó maldito y que quien lo posee está condenado a amar para siempre.

Septiembre 2019

36 respuestas a “Indivisible ©by mabm

    1. Como siempre hace Disney con las historias de amor. Aunque luego no tiene el más mínimo reparo en dejar huérfano de madre o padre a sus personajes.

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  1. Cuando uno ama
    no hay espacio libre
    el corazón se llena
    el sentimiento aglora
    se desbirda el alma
    se es libre y cautivo
    se comparte el tiempo
    se comparte el habla
    se comparte el miedo.
    Antonio Mola
    Creo que tu historia del abalorio es la fantasía que se anida en tu ser, porque que la mitad que te falta se perdió en el tiempo y no logras encontrarla.

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  2. Tiene que ser triste no sentirse amado, aunque muchas veces se queda en sucedáneo del amor y así se ven tantas cosas negativas. De todas formas me ha gustado mucho tu relato y gracias a Dios hay parejas que llegan al final queriéndose y bien avenidas.

    Recuerdo que hace unos 7 años (nunca lo olvidaré) 5 amigas y yo caminábamos a marcha por un parque cercano, nos fijamos que todas las mañanas un matrimonio muy mayor caminaban siempre cogidos de la mano, saludabamos y sólo contestaba él. Todas dijimos que bonito envejecer juntos y quererse tanto.
    Pasado un tiempo dejamos de verlos y un día apareció en el parque ella sola, pintado sus labios cosa que antes nunca habíamos visto. Dijimos buenos días y nos contestó con una amplia sonrisa, al día siguiente igual, todas empezamos a comentar que algo había pasado, pero no la veíamos nada triste, sino al contrario. Nos dimos cuenta que no solo nosotras habíamos notado la diferencia. Una de mis amigas muy lanzada al cuarto día fue directa y le preguntó. La respuesta nos dejó petrificadas: Más o menos fue así: Por fin se ha muerto el «h…p…» no me dejaba salir sola, ni pintarme, ni tener amigas, ni comunicarme con mis hijos y familia…. Era un mandón, un soberbio y… ha muerto de pronto y no he derramado ni una lágrima llevábamos desde los 14 juntos y ha muerto con 80. Espero que los años que me queden los pueda vivir tranquila comiendo lo que quiero, saliendo, hablando con mis hijos y familia, con los vecinos …. Nos quedamos sin palabras. Yo desde entonces cuando veo a las personas muy acarameladas o cogidas de las manos intento no pensar cuánto se aman, por si las mosca.
    Buen fin de semana, Un abrazote de viernes

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