
Ella soñaba con ser feliz, pero acarreaba un enorme peso en su alma. Cruzó océanos y recorrió continentes enteros, subió a las más altas montañas… en busca de la felicidad hasta que… Hasta que descubrió que esa pesada carga que lastraba era un saquito que, en el centro de su pecho, contenía la felicidad.
Abril 2020
Pues así de facilito es. Y así de complicado, a la vez. Así es la vida…
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Complicado porque, muchas veces, nos lo complicamos nosotros mismos :))
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Ese suele ser el problema: lo tenemos, pero siempre queremos otra cosa: más grande, más alto, más de todo…
Aprender a querer *precisamente* lo que tienes: ese es mi secreto.
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Es como lo que dicen de que «no es más feliz el que más tiene si no el que menos necesita»
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Tan verdad como difícil de resolver!!!
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Difícil, pero no imposible!!
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Tocayita, me alegro que te des cuenta que ese saquito reside en tí y que solo tú puedes deshilvanar los hilos que mantienen a la felicidad dentro del saquito. Descóselo y haz que el contenido se riegue por tu ser, en especial en el alma y el corazón. La felicidad se busca y se hace… no viene sola…
Nuevamente damos la bienvenida al destape del tintero que descansaba sobre tu pupitre y al cuaderno dormido en este encierro.
Tony Mola
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Muchas gracias Tony. A ver… soy feliz, aunque con alguna espinita clavada que, con los cambios de tiempo, duele como buena herida que se precie jajaja
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Y para que más grande, si la felicidad no causa pesar. Un abrazo.
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Porque supongo que cuando tenemos algo, no nos conformamos con ello, siempre queremos más. O porque es adictiva.
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Siempre buscamos fuera lo que tenemos en el interior. Un abrazo
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Así es!! Y es un grave error y pérdida de tiempo :))
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Qué lindo!
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