
Hoy mis entrañas andan revueltas. He visto lo que jamás deberían ver ojos algunos. Jocosos bailes de máscaras ocultan una enquina que supura por cada poro de su piel. Son serpientes. Venenosos ofidios de lengua (y moral) bífida que, entre bambalinas, erigen un escenario de cartonpiedra. Son vendedores de humo que, en la trastienda, trascienden toda humanidad.
Y cuando un silencio ensordecedor se cierne sobre un patio de butacas a rebosar de sombras, una hastiada telonera, de luto y rostro ceniciento, se mira al espejo, se retoca la cara y aparece en escena, guadaña en mano: comienza el acto final. El murmullo y los tambores de guerra anuncian la venida del tercer jinete del apocalipsis.
La ley de los nuevos hombres, aquella que se empuña como estandarte del nuevo orden en un nuevo mundo, dice que por los pecados del padre deberán pagar los hijos.
Diciembre 2021
Gracias por su escrito
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😊😘😘
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A esos se les castiga con los votos en las urnas. Pero los ciudadanos deben ser honestos consigo mismo y decidir si quieren seguir con los bailes de máscaras y cuentos de serpientes encantadoras.
Tony Mola
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Así es, tienes toda la razón 😘😘
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¡Qué injusto me parece Mabm, que por los pecados de los padres paguen los hijos! Te invito a leer mi reciente poema: https://tualmaylamia703616232.wordpress.com/2021/12/08/mi-caro-amigo-romance/ Un abrazo.
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Y a mí!! 😊😘😘
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