Él estaba convencido que todo, absolutamente todo, se podía programar, incluso los sentimientos; al fin y al cabo que era el corazón si no una máquina de perfectos engranajes… ¡Pobre iluso!
Ella, con una impredeciblidad que le venía de fábrica, le sacó de su errada ensoñación. Era una bomba de relojería difícilmente, por no decir imposible, programable que escapaba a todo pensamiento intuitivo.
Septiembre 2019
Te felicito por ese microcuento. 🙂
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Muchísimas gracias 😘😘
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De nada
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MAGICO, CHINA
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Muchas gracias 😊
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Reblogueó esto en LIVING THE DREAM.
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XXX
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Me ha gustado este micro!
Un abrazo🙋🏼♀️
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Muchas gracias 😘😘
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El corazón no se programa. Un abrazo.
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Ni el amor… Todo tiene su momento😉
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increíble.
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Muchísimas gracias 😊
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Dejemos que le busque el USB, a lo mejor lo encuentra. Un beso.
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Igual va con disquette 😂😂
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¡O con cassette! Hubo un tiempo en los que se cargaban las cintas del revés pensando que contenían mensaje secretos. Eso era paciencia y no lo de ahora.
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Jajaja 😂😂😂
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Como no tenían youtube, cada uno tenía que encargar sus propias mentiras.
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Jajaja, pero no es excusa 😂😂
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El corazón con forma de bomba, o una bomba con forma de corazón… En el fondo es una bomba que mueve todas nuestras emociones y qué a veces explota.. Yo prefiero ver ese reloj o ese corazon cómo un reloj de arena… Genial tu relato
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Más bien una bomba de relojería 😂😂 Muchas gracias 😘😘
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