Ella a veces se quiere morir. Otras dormir solo para siempre. Él, que decía amarla de verdad, deseaba ser la guadaña o el huso de la rueca que pusiera fin a su sufrimiento. Y así, en tácita simbiosis y accediendo a sus deseos, ella se quedó dormida.
Pero una noche sin luna, aquel que también decía que la amaba y tantas veces había intentado persuadirla de su propósito, por fin la halló y lamió la herida de su dedo cicatrizando su pesar.
Enero 2021
Un lenguetazo suicida
sanó la sangrante herida
y ella sorprendida
se regozijó de la lamida.
😆😆😘😘
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Jajajaja 😂😂😂
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La rueca de la vida da tantos giros, que a menudo cambia el sentido.Un beso.
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Así es!! Nunca se sabe y es mejor no saber, de lo contrario la vida perdería su aliciente 😜
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